Lo que convirtió un pequeño taller artesanal español, fundado en 1952 por José María Simó, en un sinónimo internacional de lujo para interiores se puede resumir en tres palabras: pasión, instinto, artesanía.
Sesenta años después, la compañía con sede en Valencia sigue siendo una empresa de propiedad y gestión familiar que se centra en accesorios de baño increíblemente chic y manillería decorativa con una enorme presencia global.
Fundidos en puro bronce y adornados con cristal, sus productos dan el prestigio y gracia a los edificios públicos y residencias más exclusiva de todo el mundo.
Marta Planell, nieta del fundador, tiene clara la importancia de la familia en el éxito internacional de la empresa: “Nuestra fuerza es nuestra familia y nuestro amor por lo que hacemos. Somos la tercera generación, sin embargo, tenemos la misma pasión que tuvimos en el primer día, nuestra herencia es nuestro futuro.”
El hecho de que nuestros artesanos de gran experiencia (varios de ellos han trabajado para la compañía durante más de cuarenta años) y que muchos están pasando sus conocimientos a sus propios hijos, ofrece una impresionante demostración de “herencia” en acción.
Es esta continuidad que ha permitido a Bronces Mestre construir los estándares de calidad que definen la marca, junto con los métodos de producción basados en alta tecnología y en artesanía sin igual.
Una fructífera reunión entre José María Simó y Gernot Langes-Swarovski en 1986 llevó a la empresa a comenzar a utilizar cristal en sus diseños, convirtiendo las creaciones de bronce en “joyería fina para el hogar, así como para los interiores comerciales”, tal como se ha descrito . “Hoy en día, el cristal es parte de nuestra identidad de marca, así como parte integral de la mayoría de nuestros proyectos de lujo de todo el mundo”, dice Marta Planell. “Swarovski es sinónimo de glamour, moda, elegancia, y nuestra filosofía de diseño se basa en cualidades similares. El resultado habla por sí mismo, increíble “. Su última visión es ver la artesanía de Bronces Mestre junto con el extraordinario trabajo que se encuentra en los edificios de la antigua grandeza.
Piense en el Hermitage de San Petersburgo, la Galería degli Uffizi en Florencia, o Versalles. En efecto, ¿por qué no convertir tan impresionante obras de arte en una parte intrínseca de los edificios emblemáticos? La captura de los logros estelares de esta empresa española sería un merecido homenaje a su contribución sustancial a la posteridad. http://bit.ly/185yNCP – One to Watch: Bronces Mestre